Esta vez daremos algunos detalles cruciales para facilitar la usabilidad web de nuestro sitio.
A lo largo de la historia de la internet, y desde que nacieron los primeros SEO experts, nunca dejaron de levantarse voces agoreras señalando sin medias tintas que el SEO está a punto de morir. Si bien el objetivo manifiesto de Google es desalentar cualquier tipo de manipulación de los resultados de búsqueda, esto no significa que no sigamos tratando de empujar las palabras claves de nuestros clientes tan arriba como podamos. Pero el SEO no es sólo link building: es importante mejorar todos los aspectos que hacen a la dimensión de calidad que Google busca ofrecer.
Para ofrecer los mejores resultados, los que se ajusten más perfectamente a lo que el usuario necesita, también son considerados los aspectos técnicos del sitio y la experiencia del usuario. La experiencia del usuario o UX se ha convertido en el norte de todos los desarrolladores. Es un concepto bien simple de entender: el usuario tiene que tener una experiencia rápida, agradable, satisfactoria y perdurable mientras visita nuestra página. Tiene que encontrar lo que busca rápidamente, sentirse estimulado para navegar por otras páginas y conocer más sobre nosotros.
Parece una meta fácil de alcanzar, pero no es tan así. Queda claro que no sólo el diseño del sitio tiene que acompañar: también entran en juego detalles técnicos como la velocidad de carga, el contenido, la facilidad de navegación, la disposición intuitiva de los distintos elementos del sitio, la claridad de la lectura, y un sinfín de cuestiones que en sí mismas parecerían de poco alcance, pero que puestas a trabajar en sincronía, ayudan a conformar un sitio al que los usuarios quieran volver.
Conclusión
La usabilidad, lejos de ser un concepto abstracto o estético, tiene una influencia directa en las conversiones. Dicho con palabras fáciles: un sitio de buena usabilidad vende más y más rápido. No siempre es fácil acortar las etapas del funnel de compra. Por ejemplo, hay requerimientos imprescindibles en todo carrito de compras. Pero lo que sí podemos hacer es que este viaje del usuario sea lo más aceitado posible. De esta forma nos aseguramos de reducir las tasas de abandono en la navegación y mejorar la concreción del call-to-action: ya sea la compra del producto, un registro en el sitio o un formulario completado.
Nota: Andrea Picaso